El síndrome súper raro puede ser la clave para frenar el envejecimiento
¿Alguna vez te has preguntado si los científicos podrían encontrar una manera de detener el proceso de envejecimiento en humanos? Para una enfermedad - súper - súper rara y que hasta ahora solo se ha detectado en niñas, puede ser la clave para la eterna juventud. El problema es tan extraordinariamente raro que el trastorno ni siquiera tiene un nombre formal todavía.
Conocida solo como "Síndrome X", la enfermedad impide que los afectados se desarrollen tanto física como mentalmente, permaneciendo como bebés para siempre. Se cree que alrededor de 12 niños en todo el mundo nacieron con el problema, y dos casos se hicieron famosos y fueron seguidos de cerca por Richard Walker, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad del Sur de Florida.
Gabby y Brooke
Gabrielle WilliamsUna de las chicas se llama Gabrielle Williams, y aunque parece un bebé, tiene 10 años. Por cierto, no es solo en apariencia que Gabby se ve como un niño pequeño en su regazo: la niña pesa poco más de 5 libras y mide 60 centímetros, y todavía usa ropa para recién nacidos. Además, Gabby puede sentarse pero no puede hablar y no se alimenta.
La otra niña se llamaba Brooke Greenberg y desafortunadamente falleció el año pasado a la edad de 20 años. Brooke pesaba poco más de 7 libras, medía 76 pulgadas de alto y tenía la edad mental de un año. Además, aunque la niña reconoció a sus padres y hermanos, no podía comunicarse ni caminar, aunque su edad ósea se estimaba en 10 años.
En el caso de Gabby, cuando nació la niña, los médicos descubrieron que su lóbulo frontal era diferente y no tenía las mismas características "dobles" que se pueden ver en los cerebros de otras personas. Sin embargo, lo más curioso, tanto en los casos de Gabby como de Brooke, las exhaustivas pruebas realizadas para diagnosticar si las niñas tenían algún síndrome cromosómico conocido tuvieron resultados negativos.
Congelado en el tiempo
Brooke GreenbergSegún Walker, aunque la causa aún se desconoce, la condición puede estar relacionada con un problema genético, probablemente una mutación en los genes que controlan el crecimiento y el desarrollo humano, lo que provoca una interrupción repentina en el proceso normal y hace que las niñas se queden permanentemente. "Presa" en la infancia.
Walker continúa la investigación, y su objetivo es descubrir qué está causando esta interrupción en el proceso de desarrollo. Como se explicó, los estudios han señalado que el envejecimiento es parte de este proceso y está programado que suceda a lo largo de nuestras vidas.
Por lo tanto, comprender qué mecanismos están involucrados puede eventualmente permitir que el envejecimiento humano se detenga, aunque Walker admite que pasará mucho tiempo antes de que la ciencia llegue a resultados concluyentes.