La sonda Messenger confirma el océano de lava de Mercurio

El satélite Messenger (Mercury Surface Space Environment Geochemistry), orbitando Mercurio desde 2011, ha registrado evidencia de que el planeta una vez tuvo un gran océano de lava formado hace unos 4.500 millones de años. Un grupo de científicos analizó imágenes de fluorescencia que muestran la apariencia de dos composiciones distintas de piedra.

En el laboratorio, estos investigadores utilizaron los registros para tratar de recrear estos dos tipos de piedras y las sometieron a altas temperaturas y presiones como una forma de simular procesos geológicos comunes. El resultado del experimento fue la siguiente conclusión: un océano de magma creó dos capas de cristales diferentes que se solidificaron y se derritieron nuevamente, creando un magma que se extendió por la superficie del planeta.

Según el profesor de geología del MIT Timothy Grove, lo más sorprendente es que "el evento no es de ayer y la corteza probablemente tiene más de 4 mil millones de años". Grove también afirma que las estimaciones indican que el océano de magma ha estado presente desde el comienzo de la existencia de Mercurio y probablemente fue creado a través de un proceso violento que dio origen al planeta.

Mensajero

Lanzada en 2004 y en órbita desde el 17 de marzo de 2011, la nave espacial es la primera nave espacial en orbitar Mercurio, 12 horas de viaje en el planeta y a una altitud de 200 km. Equipada con nueve instrumentos científicos, la nave espacial está a 46.14 millones de kilómetros del Sol y 155.06 millones de la Tierra.