El talento no lo es todo: Mozart no nació como un genio musical

Muchos músicos y pintores de épocas pasadas tienen su estilo y habilidad artística atribuidos solo al talento natural, pero el esfuerzo y la capacitación juegan un papel clave en el desarrollo de grandes genios.

Wolfgang Amadeus Mozart es sin duda uno de los mejores compositores de la historia. Lo que no todos saben es que comenzó a estudiar música a la edad de tres años con su padre, Leopold, que era maestro y compositor, aunque no muy famoso. A los cuatro años comenzó a aprender a tocar el clavicordio, un instrumento musical de teclado, predecesor del piano.

A los cinco años, Wolfgang ya comenzaba a escribir algunas pequeñas composiciones con la ayuda y el aliento de su padre. Y a los ocho años, escribió su primera sinfonía con la ayuda de su hermana mayor, Anna Maria. De los registros históricos no está claro si el padre también ayudó en esta composición al corregir algunos detalles o escribir alguna parte.

Un hecho que pone en duda el supuesto "pequeño empujón" de su padre es que Leopold estaba organizando actuaciones en las que anunciaba a los niños como prodigios musicales. Así que había un interés extra en llamar la atención sobre el talento de sus hijos. Viajaron por Europa y tocaron para los nobles, por lo que tiene sentido que su padre quisiera impresionar a la audiencia y retocar o influir en la composición del joven Wolfgang.

Entrenamiento y Reconocimiento

En 1770, a la edad de 14 años, Mozart escribió su primera ópera, y en el mismo año fue aceptado en una institución para la enseñanza de la música, la famosa Academia Filarmónica de Bolonia, Italia. Pero es importante mencionar que a esta edad ya estudiaba con profesores profesionales durante algunos años y conoció a muchos compositores famosos durante los viajes con su padre, como Johann Christian Bach, quien fue una de sus influencias.

A los 17 años, Mozart consiguió un trabajo como músico de la corte con el príncipe arzobispo de Salzburgo, y desde entonces solo creció hasta convertirse en uno de los mejores compositores de todos los tiempos. Todo el resultado de tu arduo trabajo y entrenamiento constante desde la infancia.

El talento puede tener alguna influencia en el proceso, pero eso solo no crea un genio. El entrenamiento constante, el esfuerzo de toda la vida y la autocrítica severa de sus obras fueron los factores que realmente llevaron a Wolfgang Amadeus Mozart a ser recordado y venerado como lo es hoy.