El gusano arroja a chorros para capturar a su presa. ¿Quiere ver? [video]

¿Conoces el gusano onicóforo? También llamado gusano de terciopelo, este repugnante insecto vive en ambientes húmedos de clima tropical en América del Sur y Central, pero también se puede encontrar en África ecuatorial y el sudeste asiático.

El animal tiene un hábito nocturno y le gusta vivir en cuevas, debajo de rocas, plantas o troncos. Aunque prácticamente inofensivo para los humanos, el onicóforo es un depredador que se alimenta de insectos como termitas, grillos, escarabajos y otros pequeños invertebrados. Para garantizar estas comidas, el onicóforo utiliza un sistema de "holgura" para capturarlas.

Puede agarrarlos liberando la secreción expulsada de sus glándulas orales. Son como dos "pistolas" que disparan un líquido adhesivo que paraliza a los animales que se convertirán en alimento para gusanos. Esta descarga puede alcanzar hasta 30 o 40 centímetros de distancia y, en contacto con el aire, el moco coagula e inmoviliza a la presa.

Una vez hecho esto, el gusano puede acercarse a su caza e inyectar enzimas que iniciarán un proceso de digestión previa para que le sea más fácil comer. Los científicos ya lo sabían, pero aún no habían captado en video cómo funciona el lanzamiento de los mocos paralizantes del onicóforo y cómo la secreción arroja a diferentes lados.

Según un artículo de Popular Science, un nuevo estudio publicado en Nature Communications mostró que los científicos probablemente encontraron la respuesta. Según ellos, en lugar de apuntar con la cabeza hacia donde quieren liberar la secreción, los gusanos dejan que la sustancia pegajosa haga el trabajo.

El único trabajo que hace, además de producir y almacenar ese lodo, es arrojarlo como una jeringa a través de las dos papilas microscópicas flexibles. Vea arriba una simulación creada por científicos de lo que sería la liberación de la secreción de una de las papilas.

Y ahora los chorros reales de un gusano.

Hasta que no fue tan desagradable, ¿verdad?