¿Conoces la historia de la leche condensada?

Aquí hay un producto mágico que, además de ser un verdadero bromista e ingrediente indispensable en innumerables recetas, es sin duda el favorito de muchas personas. ¿O dirás que nunca atacaste la lata de leche condensada que tu madre escondió en la parte trasera del refrigerador? Sin embargo, a pesar de traer "condensado" en el nombre, la verdad es que para producir esta delicia, la leche pasa por un proceso de evaporación, no de condensación.

Tanto es así que la "Leche evaporada" existe y no es más que la versión sin azúcar de la leche condensada. Según la gente de Superinteressante, que publicó un artículo interesante sobre este producto, que es la felicidad enlatada, se equivocó de nombre para no crear confusión entre los consumidores.

El proceso de producción consiste en centrifugar la leche para eliminar las impurezas, que luego se pasteuriza cuando se calienta a 75 ° C durante 20 segundos. El siguiente paso es agregar azúcar, que actúa como un conservante natural, y luego poner esta mezcla en un evaporador al vacío a temperaturas entre 50 y 70 ° C, de modo que se elimine el 60% del agua. Finalmente, después de que la leche evaporada se haya enfriado, se agrega lactosa en polvo.

Dulce historia

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Según la historia, la primera técnica conocida para producir leche condensada vino de Francia en 1827. Sin embargo, el producto solo se fabricó a escala industrial 26 años después, gracias al estadounidense Gail Borden Jr. La intención era utilizar la evaporación para reducir el volumen de leche y aumentar su durabilidad, ya que en ese momento, sin refrigeradores ni proceso de pasteurización, era común que este alimento se pudriera antes de llegar a los consumidores.

Sin embargo, la leche condensada solo se hizo famosa incluso durante la Guerra Civil de Estados Unidos, que tuvo lugar entre 1861 y 1865, después de convertirse en uno de los alimentos suministrados a los soldados. Las latas eran prácticas y fáciles de transportar y una excelente fuente de energía, ya que cada porción contenía 1.300 calorías.

Con el fin de los conflictos, la leche condensada finalmente salió del campo de batalla y entró en los mercados, y era solo cuestión de tiempo antes de que el producto conquistara el mundo entero. Aquí en Brasil, hay registros de que la leche condensada ya se comercializó en 1871, como se puede ver en un anuncio publicado en el Almanaque Administrativo, Mercantil e Industrial de la Corte y de la Provincia de Río de Janeiro.