No vas a creer el "recordatorio" de que Thomas Edison dejó a Henry Ford

Todos conocen a Thomas Edison, el inventor de la primera versión comercializable de la bombilla incandescente, y a Henry Ford, el empresario que revolucionó el mundo con la aplicación de automóviles producidos en serie, ¿verdad?

Además, también es un hecho conocido que los dos peces gordos cometieron algunos errores feos a lo largo de sus carreras, como electrocutar animales y "apoderarse" de las ideas de otros inventores, en el caso de Edison, y ser abiertamente antisemitas y un pequeño amigo nazi en el Funda Ford. Sin embargo, lo que quizás no todos sepan es que los dos genios eran amigos extremadamente cercanos.

"BFF"

Según Dylan Thuras, del portal Atlas Obscura, Ford creció en una granja sin acceso a la electricidad, pero siguió la brillante carrera de Edison a través de los periódicos. Entonces el joven tenía en el inventor un héroe, un ejemplo de lo que le gustaría ser algún día.

Según Ford, Thomas Edison y Henry Ford se conocieron durante un congreso, y su primera conversación fue sobre métodos para alimentar automóviles, como el uso de electricidad o motores de combustión interna, por ejemplo. Edison quedó muy impresionado con las ideas de Ford, y además del dúo que creó una importante relación profesional, los dos se hicieron amigos cercanos.

La amistad entre los genios se hizo tan especial y genuina que Edison y Ford incluso compraron propiedades vecinas de Florida. Además, los dos solían salir a caminar y acampar juntos, y cuando Edison terminó atado a una silla de ruedas, Ford compró uno para poder apostar en carreras con su héroe de la infancia.

Memoria

Para cuando Edison comenzó a sucumbir a las complicaciones de su diabetes, el inventor mantuvo una serie de tubos de ensayo repartidos por su habitación. Y cuando finalmente falleció, su "último aliento" fue sellado dentro de uno de los recipientes de parafina por el médico personal de Edison, el Dr. Hubert S. Howe.

El recuerdo fue luego enviado por el hijo de Edison, Charles, a Ford, quien lo mantuvo en su colección personal durante varios años. La pieza fue encontrada en la década de 1950, y actualmente se exhibe en el Museo Henry Ford en Dearborn, Michigan, y representa un recordatorio conmovedor e increíblemente personal de un gran amigo a otro.

* Publicado el 16/11/2015