¿Sabías que literalmente podemos morir de risa?

Oh, qué lindo ver a alguien reír e incluso cuando tenemos un ataque de risa. A menudo asociamos este hecho con felicidad, alegría y momentos divertidos. Reír es contagioso y es bueno para el alma. Mucho mejor reír que llorar, ¿estás de acuerdo? Bueno, eso no siempre es cierto.

Para aquellos que no saben, la risa excesiva puede hacer daño, tener serias consecuencias y terminar en la muerte. Es cierto e incluso tiene un nombre. Se llama hilaridad fatal, un término adoptado en 1956. ¡Incluso hay muchos casos de muerte causados ​​por ataques de risa desde la antigüedad hasta nuestros días!

Causas y consecuencias de una crisis de la risa

Un estudio reciente publicado por el British Medical Journal (BMJ) reveló que la risa excesiva puede causar daños a la salud a medida que los tejidos pulmonares se rompen y se dilatan. Esto causa asfixia, dificultad para respirar, desmayos, arritmia cardíaca y enfisema, entre muchos otros problemas.

Las personas asmáticas corren un gran riesgo. Un ataque de risa puede provocar un ataque o incluso un neumotórax, que también se conoce como "colapso pulmonar". Esto sucede cuando se acumula aire en la cavidad pleural. Las personas con problemas musculares también pierden toda su fuerza.

La revista Splitsider publicó en 2011 una encuesta que señala que el 6% de la población tiene algún aneurisma cerebral y no lo sabe. Estas personas corren un grave riesgo de romperse una vena cerebral después de reír sin parar. La posibilidad de ruptura en personas con problemas coronarios también es alta, causando un ataque cardíaco e incluso la muerte.

Literalmente muriendo de risa

Hay algunas muertes históricas y modernas que resultan de hilaridad fatal. El filósofo griego Crisipo de Solís no pudo soportarlo y se echó a reír después de darle a su burro vino e higos. Este literalmente murió riéndose cuando vio al animal comiendo y bebiendo. La gracia de todo, no lo sabremos.

Por alguna razón, Pietro Aretino murió sofocado después de reír sin parar. Esto sucedió en 1556. Más recientemente, en 1975, Alex Mitchell vio un episodio de The Goodies y murió de insuficiencia cardíaca después de 25 minutos riendo sin control. La viuda envió una carta para la producción de la serie agradeciéndole el "final feliz" de su esposo.

Sonríe o no sonríe, esa es la pregunta

Sin embargo, hay muchos estudios que prueban que el dicho es correcto: la risa es la mejor medicina. Se ha informado que una buena carcajada reduce el estrés, la ira, la ansiedad, mejora el estado de ánimo, la autoestima e incluso evita la depresión. También disminuye la sensación de soledad y la concentración de azúcar en la sangre (¡diabéticos, reímos!).

Además, el riesgo de infarto de miocardio y tensión cardiovascular es mucho menor, sin mencionar que ha ayudado considerablemente a aumentar la función pulmonar. No es de extrañar que los payasos visitantes hayan demostrado su eficacia en el tratamiento de niños y adultos en hospitales y clínicas de tratamiento de todo el mundo.

Se realizó una prueba con mujeres que querían quedar embarazadas y se sometieron a un proceso de inseminación artificial. Se dividieron en dos grupos: uno de ellos fue visitado por payasos con un espectáculo, el otro no. El proceso funcionó en el 36% de las mujeres que recibieron contra el 20% de las que no vieron el programa.

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¿Y tu? ¿Qué opinas de todo esto? ¿Morir o no morir riendo? Una cosa es segura: ¡podemos decir que una persona que "sufrió" de hilaridad fatal murió feliz!