¿Sabías que los humanos pueden ser sensibles a los campos magnéticos?

Todos aprendimos en la escuela que los humanos tienen cinco sentidos: vista, oído, gusto, olfato y tacto, ¿verdad? Además de estos cinco, también tenemos una serie de "poderes secretos", como la capacidad de percibir el paso del tiempo, nuestra ubicación en el espacio e incluso el dolor, por ejemplo, y estas habilidades son de vital importancia para nuestra supervivencia

Porque, según Kate Horowitz, del portal Mental_Floss, incluso es posible que los humanos tengan una superpotencia más oculta bajo la manga: la capacidad de sentir la presencia de campos magnéticos.

Humanos magnéticos?

Según Kate, numerosos estudios sugieren que el comportamiento de varios animales puede verse afectado por la presencia de campos magnéticos, y una de esas investigaciones incluso reveló que animales como perros, lobos, osos, zorros y orangutanes, entre otros, tienen moléculas de magnetita. en los ojos Otra investigación ha señalado que las mariposas, ratones, ballenas, pájaros y humanos tienen proteínas sensibles al magnetismo en sus cuerpos.

Humanos magnéticos?

Este estudio en particular, realizado por científicos del Instituto de Tecnología de California, implicó colocar a 24 voluntarios en una habitación pequeña y completamente oscura protegida por material conductor destinado a proteger a los ocupantes de cualquier actividad electromagnética externa.

Cada participante fue colocado dentro de la habitación durante una hora y expuesto a diferentes configuraciones e intensidades de magnetismo. Además, durante este período, a los voluntarios se les monitorizó la actividad cerebral a través de una especie de madriguera llena de sensores utilizados en electroencefalogramas.

Uno de los participantes del estudio.

Después del intervalo de una hora, los participantes saldrían de la sala, todavía conectados a los sensores, y luego serían bombardeados por un campo magnético puro. El análisis de la actividad cerebral ha demostrado que nuestros cerebros responden a la actividad magnética, mostrando una caída en las ondas cerebrales, especialmente cuando estamos expuestos a un campo magnético giratorio en sentido antihorario.

Por supuesto, un estudio que involucra solo a 24 participantes aún es pequeño para ser extremadamente significativo, pero los científicos creen que es posible que esta capacidad de percibir el magnetismo sea parte de nuestra historia evolutiva y entre nuestros sentidos primordiales. Y usted, querido lector, ¿qué le parece?