5 cosas en las que debes pensar antes de casarte con alguien

1. ¿Estás realmente dispuesto a renunciar a tu intimidad?

Vivir una historia de amor es una maravilla; pero luego, en algún momento de la relación, la realidad llama y tienes que aprender a lidiar con eso. Por lo tanto, reflexionar sobre el hecho de que compartirás tu vida con alguien más debe hacerse al comienzo de la relación y pensar de la manera más racional posible.

Un grupo de personas

2. ¿Estás listo para tener hijos y renunciar a algunos de tus sueños?

¿Cuántos hijos piensas tener? ¿Y cuántos años crees que es la mejor edad para ti y tu pareja? Preguntas como estas parecen preguntas de esos viejos cuadernos de nuestra infancia, pero como adultos son preguntas que a menudo rondan nuestras mentes durante mucho tiempo y son difíciles de responder. Por lo tanto, cuanto antes reflexione sobre ellos, más tiempo tendrá para hacer las cosas que siempre ha soñado.

Una persona cercana

3. ¿Su pareja maneja bien sus finanzas?

Esta pregunta puede parecer insignificante, pero muchas historias de amor han llegado a un final temprano debido a problemas financieros. Entonces, ver cómo su potencial cónyuge maneja sus propios gastos es más o menos una forma de predecir cómo será su futuro.

Un grupo de personas

4. ¿Estás preparado para vivir días sexualmente leves?

No hay relación que no haya experimentado días difíciles con el sexo. La clave para solucionar estos problemas no está en la farmacia, en una caja de medicamentos, sino en la disponibilidad de escucharlo a usted y a su pareja sobre estos temas íntimos.

Un hombre y una mujer

5. ¿Estás listo para criar a un hijo y escuchar a tu pareja?

Los expertos dicen que los conflictos religiosos y tradicionales en una familia generalmente comienzan después del nacimiento de un bebé. Ambos padres quieren transmitir a sus hijos los antecedentes culturales que consideran los mejores. Por lo tanto, estar abierto al debate y las diferentes cosmovisiones son puntos cruciales en una relación madura que deben tenerse en cuenta.

Persona sentada en una mesa