¿Alguna vez has pensado en construir una casa con ladrillos para hacer pipí y arena?

Las casas y ciudades sostenibles, como muchos dicen, son el futuro de un mundo ecológicamente sólido. Existen muchas alternativas para encontrar formas de vivir de manera más amigable con el medio ambiente: los actos simples como clasificar la basura ya hacen una gran diferencia. Sin embargo, si realmente quieres unirte al proyecto mundial más verde, quizás te interese la propuesta de Peter Trimble.

Por extraño y asqueroso que pueda parecer, Peter Trimble recogió dosis diarias de su propio pipí para mezclarlo con ciertas cantidades de arena y otras bacterias, desarrollando ladrillos. El material de los ladrillos es ciertamente extraño, pero Peter garantiza que son muy resistentes y firmes. El proceso de creación del material es completamente posible y es una demostración de lo que las bacterias son capaces de hacer con su metabolismo.

En el sitio web de Peter Trimble, puede ver un video donde recoge cantidades de arena en la playa y la coloca en la pequeña "máquina de ladrillos", junto con otras sustancias y el pipí. ¿Puede esta combinación ser una solución verde para evitar el uso de hormigón?

Cuando las bacterias hacen el trabajo

Los llamados biotijolos no son exactamente nuevos, ya que en 2010 el profesor Ginger Krieg Dosier comenzó a experimentar para aprovechar la bacteria. Sus microbios elegidos pudieron metabolizar una mezcla de arena, urea y cloruro de calcio. ¿El resultado? Un tipo de pegamento que une fuertemente las moléculas de arena. Desde entonces, el profesor ha establecido una empresa llamada BioMason para producir ladrillos sostenibles. El lema de la compañía es "desarrollamos nuestros materiales mediante la contratación de microorganismos".

En el caso de Peter Trimble, el ingrediente es suyo, su orina diaria capaz de unir todas las sustancias y las dosis de arena en los ladrillos. A diferencia de la producción de los ladrillos normales que vemos por ahí, este estilo de producción más "hogareño" es bastante sostenible ya que no se emiten gases contaminantes y mucho menos desperdicio de material.

Para hacerse una idea, se estima que el 96% de los materiales utilizados en la producción de ladrillos se desperdician; Solo el 4% del total se transforma en ladrillo. Sin embargo, también hay una desventaja para los biotijolos: el mismo metabolismo puede convertir la urea en amoníaco, que puede contaminar el agua subterránea (si está presente en la región).

Sin embargo, con una buena planificación, hay formas de prevenir la posible contaminación. En cualquier caso, es interesante observar que ya existe un método capaz de hacer ladrillos a partir de un entorno verdaderamente natural.