¿Por qué nos morimos de sueño después del almuerzo?

Almuerzas, te sientas a la mesa por unos momentos, terminas de ver el periódico y de repente pareces estar bajo la influencia de un vaso entero de tranquilizantes. El sueño domina tu cuerpo y parece ser un maestro que debes obedecer. ¿Te suena familiar esta descripción? ¿Por qué, después de todo, nos sentimos tan somnolientos después del almuerzo? ¿Cuál es la relación entre almorzar y querer dormir?

La buena noticia es que estas preguntas tienen respuestas. En primer lugar, cálmate: es absolutamente normal sentirse somnoliento después del almuerzo. Sepa una cosa: toda esta somnolencia no tiene nada que ver con la cantidad de alimentos que come o la concentración de sangre necesaria para digerir, como mucha gente piensa. Si ese fuera el caso, te sentirías de la misma manera después de tomar un gran desayuno, ¿verdad?

¿De quién es la culpa?

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Esta sensación de sueño casi mortal ocurre más a la hora del almuerzo porque nuestros cuerpos ya se están preparando para dormir. Dos factores contribuyen a esto: homeostático, que es el deseo de dormir cuando uno ha acumulado el sueño; y el ritmo de nuestro reloj biológico, que controla los procesos relacionados con la temperatura corporal, la presión arterial y, por supuesto, el sueño.

Otros factores pueden estar relacionados con la sensación de somnolencia después del almuerzo. Estos incluyen apnea obstructiva y otros trastornos del sueño y, por supuesto, largos períodos sin dormir.

El consejo para quienes sufren mucho es el buen café viejo, que garantiza un poco de energía extra. Aquellos que tengan la posibilidad de tomar una siesta corta de hasta 20 minutos encontrarán que el cansancio pasará más fácilmente. No cuesta intentar.