Superficialidades y futilidades.

Las noticias sobre las semanas de la moda están en auge en esta época del año. Se presentan muchas noticias al público en general en este período de desfiles. Bueno, esto no es nuevo para nadie, porque seguiste la cobertura de estos eventos aquí en TodaEla. Pero a medida que me mantenía al día con las nuevas tendencias, comencé a preguntarme: ¿cuándo asumió la moda esta dimensión que vemos hoy?

El libro "El imperio de lo efímero", del filósofo francés Gilles Lipovetsky, ofrece un análisis en profundidad de este fenómeno. La lectura no es "ligera". El autor aborda el tema haciendo un análisis sistémico del fenómeno, pero vale la pena saber para aquellos a quienes les gusta el tema.

Comienza diciéndonos que el mundo intelectual nunca ha prestado mucha atención a la moda. Critica este hecho, ya que le resulta imposible analizar la sociedad moderna y posmoderna sin tener en cuenta este fenómeno. La moda está en todas partes: en la calle, en la industria, en los medios de comunicación, pero todavía hay pocos que la estudien profundamente. Después de todo, los intelectuales todavía lo consideran un asunto superficial. El autor no está en desacuerdo con eso: sí, la moda es superficial e inútil. ¿Pero quién dice que estas características son necesariamente negativas? ¿Cómo entender la sociedad en la que vivimos si evitamos hablar de las características que lo marcan? Aunque tan inútil y frívolo, ¿cómo ha resistido la moda la prueba del tiempo y se ha convertido en parte de la historia humana? Este fenómeno no puede identificarse como una simple manifestación de pasiones vanas. La moda es una institución excepcional y muy problemática, una realidad sociohistórica característica de Occidente y de la modernidad misma. La moda es más que el símbolo de las ambiciones de clase, representa la salida del mundo de la tradición. Es un espejo donde se hace visible lo que hace nuestro destino histórico más singular: la negación del poder inmemorial del pasado tradicional, la fiebre moderna de la novedad, la celebración del presente social.

Para el filósofo, la moda ya no es un adorno estético, un accesorio decorativo de la vida colectiva; Es tu piedra angular. La moda terminó estructuralmente su curso histórico, alcanzó la cima de su poder y logró remodelar a toda la sociedad a su imagen; era periférica, ahora hegemónica. El libro arroja luz sobre este surgimiento histórico de la moda, comprende el establecimiento, las etapas, el apogeo de su imperio.

Así, la moda está a cargo de nuestras sociedades; La seducción y lo efímero se han convertido en menos de medio siglo en los principios organizadores de la vida colectiva moderna. ¿Esto anuncia el declive de nuestra sociedad? De ningún modo la autora argumenta lo contrario: además de las "perversiones" de la moda, tiene un poder global positivo tanto en lo que respecta a las instituciones democráticas como a la autonomía de las conciencias.