Aprende a no preocuparte por lo que otros piensen de ti

No sirve de nada negar: a los seres humanos les gusta causar una buena impresión y a menudo temen el juicio de otra persona. Sin embargo, este miedo a menudo nos hace cambiar la forma en que actuamos, sin decir lo que sentimos, pensamos y queremos.

Aunque el deseo de ser querido por todos está detrás de este tipo de miedo, debemos recordar que es simplemente imposible complacer a todos y que, en última instancia, debido a ese miedo, ya no somos quienes realmente somos.

El hecho es que las personas siempre se juzgan entre sí, y a medida que nos llega nueva información sobre ellas, nuestro juicio sobre ellas cambia de forma: este es un proceso natural y constante. Entonces, en lugar de tratar de complacer siempre, puedes aprender a aceptar este método de juicio y vivir sin temor a él. Vea cuatro consejos sobre el siguiente tema:

1 - Recuerda: nada dura para siempre

Nuestro cerebro no está programado para almacenar información sobre la vida de otras personas, y la verdad es que con el tiempo olvidamos los juicios que hemos hecho sobre muchas personas. Del mismo modo, los juicios sobre nosotros a menudo también se olvidan.

La forma en que vemos a alguien no tiene que ver con las fallas, sino con las cosas que hace y dice una persona, y por supuesto con cómo interactúan con nosotros y cómo nos hace sentir esa interacción. Así que tenga en cuenta que los juicios hechos sobre usted pronto serán olvidados, posiblemente.

2 - Comprender: es imposible no juzgar

No hay nada que pueda hacer para evitar que alguien juzgue sus acciones y comportamiento. No tiene el poder de controlar el pensamiento de otra persona, y hay más: el hecho de que una persona no exprese lo que piensa sobre usted no significa que no haya emitido un juicio sobre usted.

Si la idea es causar una buena impresión en alguien con quien se encuentre, la manera es explicar sus sentimientos y expectativas para que la persona pueda empatizar y tener compasión por usted. Cuando estos sentimientos están presentes, los juicios negativos tienen poco peso.

3 - "Déjalos decir, pensar, hablar"

Si es imposible no juzgar y no ser juzgado, y si los juicios negativos sobre usted no duran para siempre, entonces lo importante es dejar que realmente nos juzguen y queden. Aceptar que otras personas nos juzguen es simplemente liberador.

En términos de relaciones amorosas, por ejemplo, esto se manifiesta desde el momento en que entendemos que hablar sobre sentimientos y expectativas es necesario, al contrario de lo que mucha gente piensa, no muestra vulnerabilidad sino seguridad.

Cada vez que te paralizas por miedo al juicio de alguien, piensa en lo que sucederá si esa persona realmente juzga tu comportamiento. ¿Es tan serio? ¿Serás dañado de alguna manera? Una vez que haya identificado su mayor temor, será más fácil aceptar el hecho de que siempre somos juzgados.

En el caso de las relaciones sociales y amorosas, vale la pena enfatizar que las personas se vuelven más íntimas cuando pierden el miedo a ser juzgadas. Hablar de sus sentimientos es abrir puertas para el juicio, pero también es una forma de ser más libre.

4 - ¿Alguna vez te has detenido a observar tus propios juicios?

Este consejo es extremadamente valioso. Piensa en cómo juzgas a una persona. Digamos que a alguien de su trabajo se le ocurrió un nuevo corte de pelo que le pareció horrible. ¿Juzgarás? Ir ¿Comentarás con un colega? Tal vez ¿Vas a pasar todo el día pensando en ello? No

De la misma manera que usted hace el juicio, pero continúa, y en cuestión de días se habrá acostumbrado al nuevo corte de pelo del trabajador, por lo que las personas no tienen todo el tiempo del mundo para anular los juicios negativos que hacer acerca de usted como una prioridad.

Este ejercicio sigue siendo bueno para que cambies tu postura. ¿La persona tampoco se arrepintió del corte de pelo y no salió de la casa por temor a ser juzgada? ¿No es insegura y molesta? ¿Necesitas juzgarla o es mejor entender que no siempre salimos felices del salón?

Cuando filtramos este tipo de pensamiento y reflexionamos sobre él, nuestra mente se ocupa de cosas más importantes y terminamos actuando como mejores seres humanos. ¿No crees que eso tiene sentido?