Compararse con los demás puede ser bueno para su salud.

Comparar sus actitudes con alguien en una situación similar puede hacer que tenga más confianza en sus acciones y que tenga más esperanzas en caso de problemas de salud. La declaración proviene de un estudio publicado en febrero en la revista Health Psychology Review, que produjo una síntesis cualitativa de más de 30 estudios sobre la relación entre las comparaciones sociales y el estado físico del organismo.

El análisis fue realizado por investigadores de las universidades de Penn State (Pensilvania), Syracuse e Iowa, quienes encontraron que los pacientes pueden ser más optimistas dependiendo de la comparación realizada. Es decir, aquellos que se comparan con otros en una situación peor generalmente están menos deprimidos. Por el contrario, las personas que se comparan con las que están en una realidad mejor tienden a ser menos optimistas o convertir al otro en inspiración.

En resumen, los pacientes que ven sus vidas positivamente toman medidas de salud más efectivas y, por lo tanto, tienen más esperanza de restablecer la salud. Las comparaciones negativas están relacionadas con sentimientos positivos en este momento, como gratitud o alivio.

La tesis del fenómeno de la comparación surgió en la década de 1950 y también sirve como guía para saber qué hacer. Cuando no estamos seguros de si estamos en el camino correcto, comparar nuestras decisiones con otras nos hace sentir más seguros sobre cómo actuar. Y esto es aún más común con enfermedades crónicas.

La síntesis, sin embargo, no pudo identificar la razón de esta diferencia en el comportamiento. Después de todo, ver a alguien mejor puede ser inspirador o deprimente, dependiendo del individuo.

Solo después de que esto esté claro, la investigación puede aplicar la comparación a la recuperación del paciente. Para el investigador Josh Smith, uno de los responsables del análisis, esta información puede incluso contribuir a una mejor comunicación relacionada con la salud en el futuro.

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