El impacto de las bombas de la Segunda Guerra Mundial llegó al límite del espacio

La devastación causada por la guerra no es nada nuevo. Las ciudades devastadas, las personas sin hogar y la vegetación carbonizada son los efectos que podemos ver, pero el daño va mucho más allá.

Entre 1940 y 1945, Estados Unidos y Gran Bretaña arrojaron 2, 7 millones de toneladas de bombas en Europa, la mitad sobre Alemania. Ahora los investigadores han descubierto que el efecto de tantos explosivos ha ido más allá de la destrucción en el suelo al estudiar las ondas de choque producidas por la detonación.

Registros inusuales

El análisis solo fue posible gracias a los registros de la ionosfera realizados entre 1933 y 1996 por Radio Research Station en Ditton Park, cerca de Slough, Inglaterra. Los investigadores accedieron a los datos para comprender la influencia de las explosiones volcánicas, los terremotos y los rayos en la atmósfera superior.

Durante el proceso, cuestionaron si la intensidad de la explosión masiva de bombas durante la Segunda Guerra Mundial había afectado la atmósfera de una manera inusual y llegaron a una conclusión interesante. Al separar las mediciones de ionosfera en los días en que tuvieron lugar los 152 bombardeos aliados más grandes de Alemania, se dieron cuenta de que las ondas de choque golpearon la capa de la atmósfera, causando una reducción significativa en la concentración de partículas cargadas eléctricamente.

Los efectos duraron al menos 24 horas y se detectaron en el observatorio inglés, que está a 900 kilómetros del punto de impacto de las bombas. En el estudio, que fue publicado por Annales Geophysicae, el meteorólogo y autor principal Chris Scott dijo que "el efecto que el impacto de estas bombas tuvo en la atmósfera de la Tierra no se conocía hasta el día de hoy". Cada ataque desencadenó la energía de al menos 300 rayos, y el enorme poder involucrado nos permitió cuantificar cómo los eventos en la superficie de la Tierra también pueden afectar la ionosfera ".

Tácticas de guerra

Aunque el Observatorio Ditton Park estaba cerca de áreas que sufrieron el bombardeo alemán en las décadas de 1940 y 1941, las bombas Axis eran relativamente pequeñas y se dejaban caer continuamente, lo que dificultaba el análisis de datos.

Los ataques aliados contra Alemania, por otro lado, usaron bombas hasta tres veces más pesadas que el enemigo, produciendo un impacto único pero devastador. Esto permitió identificar con precisión el momento y las consecuencias de la detonación de explosivos.

No es posible saber si el efecto tuvo influencia en el curso de la guerra, ya que la ionosfera tiene la capacidad de reflejar ondas de radio, convirtiéndose en una variable relevante en la comunicación a larga distancia. Hoy, la capa de atmósfera tiene mucha más relevancia en nuestras vidas porque interfiere con las señales de radio, GPS y radares.

Para los investigadores, la pérdida de electrones en la atmósfera superior habría sido causada por un calentamiento repentino. Con esta información, esperan comprender la cantidad de energía necesaria para influir en la ionosfera, estimando cuánto impactan los volcanes, rayos y terremotos en la capa.

"Como conocemos las energías involucradas en estas explosiones, esto nos brinda una forma cuantificable real de evaluar cuánta energía se necesita para calentar la ionosfera", explicó Scott en una entrevista con CNN. En el futuro, el equipo espera refinar el análisis para poder identificar pequeños bombardeos, entendiendo los efectos que han causado más allá de la destrucción ya conocida.

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