Chica británica gana en el tribunal el derecho a congelar su cuerpo

Justo antes de morir de cáncer, una niña de 14 años apeló a la corte británica para asegurarse de que su cuerpo se mantuviera congelado hasta que la ciencia pudiera reanimarlo. "Creo que ser preservada en la criogenia me da la oportunidad de curarme y despertarme incluso en cientos de años", escribió en una carta.

La adolescente buscó justicia para asegurarse de que su madre, que apoyaba su voluntad, tuviera total libertad para decidir el destino de sus restos. El padre, contrario al deseo de su hija por razones financieras y psicológicas, finalmente cedió durante el proceso.

Fallecido en 2011, el físico Robert Attinger es considerado uno de los padres de la criogenia.

El juez de la Corte Suprema Peter Jackson falló a favor de la joven durante una audiencia en octubre, pero el resultado se dio a conocer el viernes pasado. "Es un ejemplo de las nuevas preguntas que la ciencia plantea al derecho, tal vez más que cualquier otro al derecho de familia", dijo el magistrado en su decisión. Según él, el adolescente mostró coraje para lidiar con la situación.

La joven, que prefería preservar su identidad y la de sus padres, murió pocos días después de enterarse de su decisión favorable. Su cuerpo ahora está en un centro criogénico en los Estados Unidos llamado Cryonics Institute, que se mantiene a una temperatura de -196 ° C.