Kepler entra en hibernación antes de su última misión heroica

Kepler es un verdadero luchador. El pequeño guerrero de la NASA sufrió mucho durante su búsqueda de cuerpos rocosos y potencialmente habitables en el espacio. Lanzado en 2009, ha pasado a una nueva fase en 2013 y se ha despedido por falta de combustible desde marzo de este año. Ahora, la agencia espacial estadounidense lo pone en hibernación antes de comandar la que puede ser la última misión del cazador de exoplanetas más eficiente de la historia.

El anuncio se hizo hoy (06). Kepler ha estado ejecutando su campaña 18 desde el 12 de mayo, analizando un tramo hacia la constelación de Cáncer que ya había estudiado en 2015. Estos datos pueden confirmar algunos exoplanetas, hasta ahora candidatos, y posiblemente encontrar algunos nuevos.

kapler nasa

Colocar la antena correctamente hacia la Tierra para transmitir estos datos es lo que más consume su tanque y es exactamente lo que los astrónomos quieren hacer pronto. Es por eso que están poniendo la sonda espacial para dormir en un estado libre de energía: para que pueda prepararse adecuadamente para un posible último disparo, que debería tener lugar el 2 de agosto.

El viaje del heroe

Kepler está a más de 94 millones de millas de la Tierra, barrió alrededor de 150, 000 estrellas y encontró no menos de 4, 500 exoplanetas candidatos, de los cuales 2, 650 fueron confirmados por la NASA. En 2013, sufrió una gran baja. La segunda de las cuatro ruedas de reacción, esencial para la orientación, falló, lo que disminuyó su precisión. Sin embargo, los científicos han encontrado una manera de estabilizar el vehículo utilizando la presión solar y así nació el derivado K2.

Ya ha entrado en hibernación varias veces, solo para resolver problemas. En 2016, la agencia estadounidense incluso declaró una emergencia temporal mientras el equipo trabajaba para volver a poner el telescopio en línea. Como el barco está en órbita solar, no hay forma de reponerlo.

Ahora, si Kepler puede enviar los datos registrados en su décimo octava misión, que puede agotar por completo su última energía, ya tiene una improbable novena aventura. La NASA llama a este posible esfuerzo una "campaña de observación discreta". Pero ya podemos llamarlo la consagración de un héroe.