La luna tiene una corteza más delgada y menos densa de lo que pensábamos

Recientemente, la NASA lanzó el mapa más preciso que jamás se haya hecho del campo gravitacional de la Luna. Más que eso, el documento publicado es el documento más detallado que la humanidad haya hecho de cualquier cuerpo del Sistema Solar, incluida la Tierra. Según los datos recopilados por el equipo, se estimó información más precisa sobre nuestro satélite natural y de alguna manera contradice el conocimiento general hasta el momento.

Para empezar, la corteza lunar es aproximadamente 20 kilómetros más delgada de lo estipulado durante la era Apolo, de 34 kilómetros a 43 kilómetros de espesor. Además, la densidad de la corteza también es mucho más baja de lo que habíamos imaginado, lo que lleva a la creencia de que la luna tiene la misma composición que la tierra. Esto ayuda a respaldar aún más las teorías científicas que afirman que la luna y la tierra tienen un origen común y que el satélite natural se formó después de un impacto en nuestro planeta hace 4.500 millones de años.

(Fuente de la imagen: Reproducción / NASA)

El mapa también revela la presencia de diques formados por líneas finas de magma solidificado junto con la concentración de masas circulares, que pueden verse como verdaderas firmas de antiguos impactos. Los hallazgos se anunciaron en San Francisco durante la conferencia de la Unión Geofísica de los Estados Unidos, junto con un artículo científico publicado en la revista Nature.

Los datos utilizados en la encuesta fueron recopilados por la nave espacial Ebb and Flow, que se han estado persiguiendo alrededor de la luna desde principios de 2012 mientras intercambiaban señales de radio. Por lo tanto, las variaciones en las posiciones relativas de las naves se utilizan para calcular las pequeñas aceleraciones y desaceleraciones causadas por el campo gravitacional de la luna.

(Fuente de la imagen: Reproducción / NASA)

El equipo también publicará el análisis más ambicioso del proyecto con respecto a la estructura interna de la Luna, incluido su núcleo. Actualmente, las sondas Ebb y Flow orbitan a una altura de solo 23 km por encima de la superficie de la luna y se espera que choquen con el satélite antes del 17 de diciembre, cuando finalice la misión.