¿Por qué es tan difícil diferenciar entre derecha e izquierda?

¿Alguna vez ha tenido problemas para decidir qué camino tomar? Por ejemplo, en medio de una intersección, el GPS le advierte: Gire a la derecha. Luego respira hondo, mira a ambos lados, trata de recordar cuál es el correcto y, sin embargo, termina yendo en la dirección opuesta.

Si esto ya sucedió, no debe preocuparse porque no es el único. Una gran parte de la población mundial también tiene dificultades para distinguir la izquierda y la derecha. Aunque parezca simple, de hecho, este proceso requiere una gran cantidad de actividad neuropsicológica que involucra muchas funciones, incluida la capacidad de integrar información sensorial y visual, lenguaje y memoria.

Todo el mundo echa de menos

Confundir a la izquierda y a la derecha en un viaje no es un problema muy serio: a lo sumo, tendrá que girar en la siguiente calle o retroceder unas pocas cuadras. Sin embargo, hay algunas situaciones que pueden ser realmente catastróficas.

Digamos que un médico se confunde cuando se trata de amputar una pierna o extirpar un riñón. En tales casos, puede terminar con una rodilla en el lado opuesto o tener que someterse a otra cirugía para corregir el error. Es obvio que cometer errores es humano, pero hay algunas barreras que deben respetarse, ¿verdad?

Alguna evidencia sugiere que la confusión entre los lados ocurre con mayor frecuencia entre las mujeres, ya que los hombres tendrían un mayor grado de función visuoespacial. Sin embargo, cualquiera está sujeto a cometer errores.

La influencia de la distracción.

Dado que el proceso de distinguir entre derecha e izquierda requiere mucho razonamiento, también requiere concentración y paciencia. Sin embargo, los hospitales y las clínicas ambulatorias no son lugares tranquilos. Los médicos a menudo trabajan bajo presión y distracciones, como llamadas telefónicas, pitidos constantes de monitores cardíacos y conversaciones con la familia y los compañeros de trabajo del paciente.

En un análisis publicado en Medical Education, los investigadores evaluaron el impacto de estas distracciones en los estudiantes de medicina al hacer juicios de derecha a izquierda. En las pruebas, se evaluaron 234 personas en una sala ruidosa. Además, tuvieron que responder algunas preguntas clínicas al decidir entre las dos partes.

El resultado fue alarmante: solo el ruido fue suficiente para que algunos estudiantes se confundieran durante la prueba. Tener que responder una serie de preguntas complicadas al decidir entre derecha e izquierda empeoró la situación. Es de destacar que el "efecto de distracción" fue mayor entre los estudiantes mayores.

¿Cómo superarlo?

Quienes reconocen que tienen problemas para diferenciar las dos partes a menudo desarrollan sus propias técnicas para sortear la situación. Por ejemplo, siga el lado de la mano que escribe o piense en los brazos del reloj (las nueve en punto representan la izquierda y las tres en punto correspondientes a la derecha). Sin embargo, estas estrategias también pueden fallar.

En el campo de la salud, sería interesante para todos los estudiantes aprobar los exámenes y aprender un poco más sobre el peligro al decidir entre los dos lados. Además, debemos señalar cuánto puede influir un entorno distraído en una cirugía o consulta; solo recuerde el letrero de "no hablar con el conductor" publicado en casi todos los autobuses.