¿El primer día del bebé en la escuela? Lo que se necesita para no crear trauma

A partir de los seis años, su hijo debe ingresar a la escuela. Pasar por las puertas de la educación de la primera infancia es solo el primer paso en un largo proceso de aprendizaje que ayudará a los pequeños a lo largo de sus vidas, pero comienza con el primer día de clases.

Este momento es bastante delicado para toda la familia, ya que requiere el establecimiento de una nueva rutina, nuevos hábitos y, sobre todo, el surgimiento de expectativas que antes no existían. Con tantos cambios, si no hay tranquilidad mental en esta etapa, su hijo puede crear un trauma que, según el caso, nunca se superará, y esto puede reflejar resistencia a la adaptación, discapacidad de aprendizaje o mal comportamiento en el aula.

A veces, la ansiedad de las madres es aún mayor que la del propio niño. En esta situación, ambas partes no están preparadas para la despedida y terminan creando una experiencia negativa en este momento que debería ser positiva para alentar a los niños a ser buenos estudiantes.

Para evitar traumas, las madres, los padres y cualquier otra persona involucrada en el día a día de sus hijos deben acostumbrarse a la idea y luego apoyarlos en ese momento. ¡Aquí se explica cómo prepararse adecuadamente antes, durante y después del primer día de clases de su hijo! Es por eso que Alo Baby, que ofrece productos de ajuar de bebé, está preocupado por este momento y ha preparado una serie de consejos que pueden ser útiles para esta fase.

Para las mamás

Visita las opciones

Sin esto, inscribir a su hijo en la pequeña escuela que le indicó el vecino. ¡Haz una visita! Las escuelas recomiendan y siempre están abiertas a las visitas de madres que buscan buenas opciones para sus hijos. Tenga en cuenta las necesidades de su hijo y asegúrese de que el lugar pueda servirle correctamente.

Estar seguro

Por supuesto, no puede confiar plenamente en una escuela hasta que su hijo aún no haya asistido a ella. Sin embargo, el primer día de clase, cuando se despida, asegúrese de haber elegido el lugar que creía que sería más apropiado para cuidar a su hijo en su ausencia y mostrarle esta seguridad.

No te pongas triste

Muchas madres se sienten tristes o culpables por dejar a sus hijos en la escuela, ya sean menores de seis años o ya tengan la edad adecuada para ir a la escuela. Prepárese para lidiar con el dolor de al menos la separación temporal de sus pequeños, y acostúmbrese a pasar tiempo lejos de ellos antes de que comience la escuela.

Entra en el ritmo

Con unos días o semanas de anticipación, debe planificar cómo se verá su nueva rutina. ¿Quién te llevará y recogerá en la escuela? ¿Necesitará contratar un servicio de furgoneta? ¿Cuál es la hora de llegada y salida? ¿Necesitas traer una merienda? ¿Cuándo debe despertarse el niño? Considere estas y otras preguntas para organizarse.

Sin paranoia

No es de extrañar si el niño comió, qué comió, si se lastimó la rodilla ... La angustia solo terminará cuando sea el momento de recogerlo en la puerta de la escuela. Mientras tanto, debe concentrarse en el trabajo, programar un almuerzo con amigos o recibir un masaje relajante. Si lo necesita, hable con otros padres o busque grupos que discutan el tema en Internet. Esto es mucho más común de lo que parece.

Aprende cómo te fue

Cuando llegue el momento de recoger a tu pequeño, habla con el maestro y descubre cómo pasó el día. ¡Te sorprendería la respuesta! También pregúntele a su hijo sobre las impresiones que tuvo el primer día, o si todavía no puede hablar, asegúrese de que no haya cambios en el comportamiento o lesiones en el cuerpo del niño.

PARA LOS NIÑOS

Hablar sobre el cambio

Hable con su hijo sobre esta gran etapa de su vida. Conténtese y confíe, hable sobre lo que aprenderá, sobre hacer nuevos amigos, sobre el tiempo de clase y deje en claro que esta es una fase de crecimiento, no de abandono. ¡Incluso vale la pena contarle sobre su propia experiencia!

Involucrarlo en la compra del material.

La compra de útiles escolares suele ser un momento muy agradable para los más pequeños. Esto es cuando eligen los personajes de su elección y se familiarizan con los objetos que estarán presentes en la nueva rutina de estudio.

Pueden (o no) llorar

Es muy común que los niños sorprendan a sus padres cuando cruzan las puertas. Algunos lloran demasiado y otros ni siquiera derraman una lágrima. Si llorar es inevitable, trate de calmar a su hijo y pida ayuda profesional, ya que ellos sabrán qué hacer. Ahora, si ni siquiera mira hacia atrás, esté feliz de que haya hecho un gran trabajo al prepararlo para el entorno escolar.

Dar un recordatorio de casa

Si la escuela lo permite, puede entregar, al menos en los primeros días, un objeto que se vaya a casa, lo que lo hará sentir más cómodo, especialmente si su hijo todavía es un bebé. Una manta, un juguete o incluso un refrigerio preparado especialmente para él pueden consolarlo durante su ausencia.

Los maestros pueden lidiar con situaciones frecuentes que ocurren durante el período de ajuste tanto para los niños como para los padres. Se asegurarán de que la experiencia del primer día de clases sea placentera, alentando a los pequeños a regresar al día siguiente y también haciendo conexiones con los padres, cuidadores y padres. Por lo tanto, crea en el profesionalismo y asegúrese de que cualquier caso inusual sea alertado inmediatamente por ellos.

Las recomendaciones para el primer día de clases son mucho más emotivas que prácticas. Es una prueba de que la tranquilidad es la mejor opción no solo para el primero, sino que cada año su hijo pasará entre las paredes de la escuela, ya que esto es solo el comienzo.

Vía aviso