Descubre las últimas palabras de estas 10 celebridades.

El tema puede ser un poco morboso, pero ¿alguna vez te has preguntado cuáles serán tus últimas palabras antes de morir? ¿Algo que pueda entrar en la historia o lo que debería estar marcado en tu lápida? Bueno, ya hemos mostrado a 30 personas famosas que, casualmente o no, dijeron algo notable. Aquí hay una lista de 10 celebridades que también han ingresado al salón de la fama de las frases inmortales.

Jack Daniel (1850-1911)

El destilador estadounidense y fundador de Jack, Daniel Distillery, estuvo a la altura de su pasión por la bebida. En 1911, Daniel murió de septicemia en Lynchburg, Tennessee. Se dice que contrajo la infección después de patear su bóveda con ira después de no poder abrirla. Sin embargo, muchos biógrafos refutan el caso.

Su amor por el alcohol fue tal que sus últimas palabras fueron: "Un último trago, por favor".

Karl Marx (1818-1883)

Karl Marx fue un político, teórico, economista y filósofo alemán muy importante. Sus principales obras son "Manifiesto comunista" (1848) y "Das Kapital" (1867). Fallecido en 1881 debido a bronquitis, se fue como apátrida. Además, estaba tan enojado que antes de morir dijo: "Las últimas palabras son para tontos que no han dicho lo suficiente".

Richard Harris (1930-2002)

Actor, cantante y primer Dumbledore de la adaptación cinematográfica de Harry Potter, Richard Harris murió a la edad de 72 años de una neumonía resultante del linfoma de Hodgkin. Sus últimas palabras fueron simplemente: "Fue la comida".

Walt Disney (1901-1966)

El famoso magnate, artista, dibujante, escritor, filántropo y padre de Mickey Mouse ha recibido muchos premios, incluidos 22 Premios de la Academia, 4 Oscar honoríficos y 7 Premios Emmy. Además, su nombre se ha dado a numerosos parques reflejados en todo el mundo.

A pesar de su estatura, Disney era adicto a los cigarrillos. En 1966, le diagnosticaron un tumor pulmonar maligno y murió el 15 de diciembre del mismo año debido a un shock circulatorio.

Sus últimas palabras fueron escritas en una hoja de papel: "Kurt Russell". La importancia de esto sigue siendo un misterio hasta el día de hoy, e incluso el propio Russell no ha podido descifrarlo.

John Adams (1735-1826)

John Adams fue el segundo presidente estadounidense. Por coincidencia, murió el 4 de julio de 1826, el día que conmemora el 50 aniversario de la firma de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Dicen que sus últimas palabras fueron: "Thomas Jefferson está vivo". Lo que no sabía era que el hombre había muerto poco antes del mismo día.

Dimebag Darrell (1966-2004)

El guitarrista de Pantera y Damageplan fue asesinado en el escenario por un pistolero llamado Nathan Gale. Sus últimas palabras fueron "¡Van Halen!"

Kit Carson (1809-1868)

Christopher "Kit" Houston Carson fue uno de los primeros en hacer expediciones en el Salvaje Oeste. Además, sirvió como guía y participó en varias guerras que involucraron a los indios americanos. Sus últimas palabras denotan cierto arrepentimiento: "Solo desearía tener tiempo para un plato más de chile".

Louisa May Alcott (1832-1888)

La escritora estadounidense, mejor conocida por su libro Little Women, dedicó su vida a la pluma hasta su muerte. Inicialmente, sus biógrafos creían que había muerto de envenenamiento por mercurio, ya que durante la Guerra Civil sufría de fiebre tifoidea y fue tratada con el componente.

Sin embargo, los estudios más recientes mostraron que Alcott probablemente tenía una enfermedad autoinmune que la mató después de un derrame cerebral. A los 55 años, en Boston, hizo su última pregunta: "¿No es meningitis?"

Simón Bolívar (1783-1830)

Simón Bolívar fue un líder político y militar sudamericano que tuvo una gran representación en Bolivia y Venezuela. A los 47 años, murió de tuberculosis, diciendo: "¡Maldita sea! ¿Cómo saldré de este laberinto?

Salvador Dali (1904-1989)

El destacado pintor creó grandes obras surrealistas, como "La persistencia de la memoria" (1931) y "Cisnes que reflejan elefantes" (1937). En 1980, la salud de Dalí se debilitó por una enfermedad con síntomas similares a los de la enfermedad de Parkinson, que hizo que su mano derecha temblara sin control.

Además, su esposa lo estaba medicando con cócteles peligrosos que afectaban su sistema nervioso. Después de la muerte de su compañera, el pintor perdió el deseo de vivir y se deshidrató por sí solo mientras intentaba alcanzar un estado de "animación suspendida".

Murió el 23 de enero de 1989 de insuficiencia cardíaca. Sus últimas palabras en el plano terrestre hicieron referencia directa a su trabajo: "¿Dónde están mis relojes?"