Los satélites solares podrían convertirse en una solución para la energía futura

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Con cada día que pasa, la disponibilidad de combustibles fósiles está disminuyendo, mientras que nuestra demanda de energía sigue aumentando. Por lo tanto, está bastante claro que necesitamos encontrar una forma alternativa de abordar este problema si no queremos enfrentar serias dificultades en el futuro.

Para darle una idea del problema, según el sitio io9, si la población mundial continúa creciendo al mismo ritmo, para 2030 será necesario producir el doble de energía anual que lo que hacemos hoy., 220 billones de kilovatios hora. Y lo que es peor: para finales de siglo, esta demanda será cuatro veces mayor, sin mencionar el daño causado por el CO 2 liberado por la quema de combustible.

Por lo tanto, para reducir las emisiones de gases y satisfacer las necesidades energéticas, más del 90% de la energía que consumimos tendrá que obtenerse de fuentes nucleares o renovables. Sin embargo, una alternativa, presentada en la década de 1960, parece ofrecer posibilidades bastante prometedoras.

Diseño original

Peter Glaser, un ingeniero aeroespacial estadounidense, presentó a fines de la década de 1960 un proyecto en el que se posicionó una gran plataforma en el espacio. La estructura capturaría energía solar y la convertiría en electricidad, luego la enviaría a torres receptoras dispersas por la superficie de la Tierra de forma inalámbrica a través de satélites que funcionarían como células fotovoltaicas.

Energía solar espacial

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Según el artículo, basado en el modelo presentado por Glaser, podríamos capturar energía solar a través de satélites lanzados en órbita. Estos dispositivos ocupan poco espacio, no emiten gases contaminantes y, aunque tienen un costo inicial, requieren un mantenimiento relativamente pequeño para su largo ciclo de vida.

Y hay otras ventajas. Estos dispositivos no tienen que funcionar en ciclos diurnos o nocturnos, ni están afectados por problemas climáticos. Además, estar en el espacio significa que la tasa de adquisición de energía es siete veces mayor que si estuvieran aquí en la Tierra, sin contar el potencial de rayos solares si se pudieran desarrollar satélites con paneles solares gigantes.

Potencial sin fronteras

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Además del desarrollo de satélites más grandes y paneles más eficientes, aquí en la Tierra podríamos invertir en el desarrollo de vehículos eléctricos alimentados por este tipo de energía, así como nuevas tecnologías para la producción de combustibles sintéticos. La noticia beneficiaría a personas de todo el mundo, incluidas las ubicadas en regiones pobres, inaccesibles o en conflicto, ¡por ejemplo, el petróleo mismo!

Pero más allá de nuestro planeta, estos dispositivos de captura también podrían impulsar la exploración espacial, sirviendo para alimentar naves, estaciones espaciales y, por qué no, bases humanas y colonias.

Viabilidad para el futuro

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Científicos de todo el mundo están trabajando en el desarrollo de dispositivos y prototipos que son una versión renovada del proyecto propuesto por Peter Glaser. Por lo tanto, desde espejos cubiertos de película que transmitirán energía a través de microondas hasta células solares mejoradas con cromo que utilizarán rayos láser para enviar energía, algunos proyectos incluso consideran aprovechar los vientos solares.

Y, gracias a los avances tecnológicos y al surgimiento de compañías privadas de exploración espacial, la probabilidad de que estas ideas surjan del suelo, ¡bueno, de la Tierra! - Es bastante real. Además, se pronostica que obtener energía espacial solar podría ser una opción tecnológica y económicamente viable en unas pocas décadas.

Por supuesto, todos estos proyectos dependen de la creación de políticas y condiciones regulatorias muy específicas para beneficiar a todos, incluidos los más pobres y más necesitados, y un esfuerzo concertado entre las naciones para hacerlas realidad.