Puede ser menos competente de lo que piensa. ¡Conoce la razón!

Piensa conmigo: ¿Conoces a alguien que tenga un puesto o puesto en una empresa pero que no esté lo suficientemente preparado para esa actividad?

¿Quizás un ejecutivo que dirige una industria de la que sabe poco o nada, un maestro que no comprende adecuadamente los conceptos que está enseñando, o una persona que canta como si todo el mundo fuera su ducha, se desconecta pero actúa como si estuviera de humor?

La explicación de estos comportamientos es, literalmente, la falta de conciencia de que, en lugar de ahogarte, estás un poco avergonzado. Pero las tonterías en este caso incluso tienen un nombre científico: el efecto Dunning-Kruger, en referencia a los tipos que lo convirtieron en ciencia.

El psicólogo David Dunning y su entonces estudiante graduado Justin Kruger analizaron los procesos cognitivos para comprender cómo y por qué, en algunos casos, los humanos juzgan mal sus propias habilidades y talentos.

Y no es por mala intención, no: en realidad pasamos por situaciones en las que creemos que todo está bajo control, que tenemos suficiente conocimiento, pero estamos equivocados, y eso puede dar lugar a problemas en un proyecto que estamos llevando a cabo o en las relaciones, por ejemplo.

Reconocer las limitaciones es el primer paso.

Los expertos en carreras y emprendimiento han argumentado durante mucho tiempo que ser consciente de sí mismo y ver sus propias limitaciones y los puntos que requieren mejoras son grandes activos para los ejecutivos exitosos, pero eso también puede marcar una gran diferencia en otras áreas de la vida.

Al final, el arte hecho en PowerPoint que su tía envió en el grupo de WhatsApp tenía razón: "lo que sabemos es una gota, lo que ignoramos es un océano". Sin embargo, reconocer que hay mucho conocimiento por ahí que no dominamos es la gran diferencia de las personas con grandes posibilidades de éxito.

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Lo más curioso de todo esto es que estas personas, conscientes de sus propias fallas, se encuentran menos competentes, mientras que aquellos que no ven las limitaciones se consideran más hábiles, generando una inversión de roles y autoestima.

Y como esta es una característica del ser humano en general, nadie es libre de caer y darse cuenta de que era menos competente o más ignorante de lo que pensaba.

Para evitar los resultados negativos del efecto Dunning-Kruger, la sugerencia es bastante simple: estudiar, buscar siempre más conocimiento y estar abierto (de verdad) a las críticas de quienes te rodean.

Aceptar comentarios negativos y reflexionar sobre ellos es esencial para mejorar realmente algo, ¡no solo pretender que te importa lo que otros digan!

La gente de TedEx hizo un video explicando el estudio en detalle; ¡vea aquí!