Que bien! Los perros de la reina Isabel II comen comidas preparadas por el chef

Hoy en día, muchas personas tratan a sus perros como niños, mimandolos de varias maneras. Después de todo, a veces es difícil resistirse a tal ternura, ¿no? Si tiene un perro (o un gato), sabe que debe tratarse bien y alimentarse. ¿Pero imagina si la comida de la mascota fue preparada por un chef? Exageración? No para la familia real de Inglaterra.

Según un artículo publicado en el Sunday Times, los perros de la reina Isabel II reciben una dieta de lujo basada en filet mignon y pollo, que es preparada por un chef.

Además, la finalización del plato de los animales depende de la propia Reina, que pone una salsa especial antes de darles la orden de comer. Sí, tienen el momento adecuado y solo pueden disfrutar de la comida después del "ok" de la majestad.

Según las noticias, los perros comen exactamente a las cinco de la tarde con la orden de la Reina. Esta información sobre la rutina "animal" dentro del Palacio de Buckingham está en un nuevo libro sobre la realeza y sus mascotas, que fue escrito por el biógrafo real Brian Hoey. Él dice que los perros nunca comen alimentos procesados ​​y son tratados con homeopatía cuando están enfermos.

Raza favorita

Los perros Corgi (Pembroke Welsh Corgi) han sido los favoritos de la Reina Isabel desde que tenía 18 años cuando ganó una hembra llamada Susan. El cachorro era tan querido por la reina que se fue de luna de miel con ella y el príncipe Felipe en 1947.

De este Corgi, nacieron varias otras crías y otras generaciones. Algunos de estos cachorros se cruzaron con Dacshunds, dando lugar a la raza "Dorgis". Hoy, la Reina tiene dos Corgis (Willow y Holly) y dos Dorgis (Candy y Vulcan), que circulan libremente en el palacio real.

Los nombres de todos los perros son dados por la Reina, quien recientemente bautizó a un Labrador (que también tiene su lugar en la familia real, así como Cocker Spaniels) con el nombre de Gryffindor, refiriéndose a los libros de Harry Potter. Según el autor del libro sobre mascotas reales, la familia real de Inglaterra es aversiva a los gatos y ama a los perros.