Qué hacer en una emergencia médica en la Estación Espacial Internacional

Los astronautas que abordan la Estación Espacial Internacional (EEI) reciben capacitación médica de 40 horas que los prepara para los problemas de salud más comunes durante sus estadías de 6 meses. Pero, ¿qué sucede cuando tienen que enfrentar una emergencia médica más grave?

Según la NASA, los casos más comunes en la EEI son mareos, dolores de cabeza, dolores de espalda, problemas de la piel, quemaduras y emergencias dentales. Esta es la razón por la cual los astronautas aprenden a suturar heridas, a inyectarse ya extraer un diente.

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Opciones limitadas

El aparato médico en la Estación Especial Internacional es básico. Hay un botiquín de primeros auxilios, un libro de afecciones médicas y algunos equipos útiles, que incluyen un desfibrilador, un ultrasonido portátil, un dispositivo de control ocular y dos litros de suero.

Aunque es posible usar ultrasonido para generar imágenes muy claras desde el interior del cuerpo y enviarlas a un equipo médico aquí en la Tierra para un diagnóstico, no hay forma de resolver el problema de salud en la propia EEI.

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Que hacer

Según David Green, fisiólogo espacial en Kings College London, la mejor opción sería enviar al paciente a la Tierra nuevamente a través de la nave espacial Soyus, que está atracada en la estación. El viaje solo tomaría 3 horas y media hasta el suelo.

Sin embargo, no hay soporte vital incluso dentro de la ISS, y mucho menos dentro de la nave espacial. Además, el astronauta experimenta una fuerza de gravedad de 4 ga 5 g cuando vuelve a entrar en la atmósfera de la Tierra, algo que ya es bastante difícil de soportar para individuos sanos. Es decir, si la situación fuera realmente crítica, la solución sería complicada.

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Nunca paso

Afortunadamente, nunca se produjo una emergencia médica importante en la Estación Espacial Internacional. En un centro de control en la Tierra, un equipo monitorea constantemente a los astronautas, recopilando datos sobre todo lo que hacen, desde el ejercicio hasta la comida.

Como resultado, el riesgo de que un astronauta desarrolle una enfermedad grave que requiera cuidados intensivos es muy pequeño, alrededor del 1% al 2% por persona por año. Sin embargo, la amenaza existe. Es por eso que la NASA planea programar The Robonaut 2, un robot que ya está a bordo de la ISS, para que pueda realizar cirugías complejas en el futuro.