Tanto en tamaño como en población, China es uno de los países más grandes del mundo. Como ya sabrán, ha existido durante mucho tiempo, pero no siempre fue una nación unificada como la conocemos hoy.

Regresemos al año 259 a. C., cuando el territorio se dividió en siete estados en guerra para controlarse entre sí. El clima era tan tenso que este período de la historia china finalmente se conoció como el Período de los Estados Combatientes. Uno de estos estados se llamaba Qin, y en la familia real nació Ying Zheng, el hijo del rey.

El príncipe Zheng se convirtió en rey a los 13 años y gobernó con la ayuda de un regente hasta los 22 años, cuando tomó el control total de Qin. Durante más de una década, se dedicó por completo a hacerse cargo de los otros estados y unificar a China bajo su autoridad. Metódicamente, Zheng conquistó uno por uno, en este orden: Han, Zhao, Wei, Chu, Yan y Qi. Sus planes funcionaron tan bien que comenzó a gobernar la China unificada en 221 a. C., se declaró Emperador de China e incluso cambió su propio nombre a Shi Huang, que significa "primer emperador".

Arreglando la casa

En la posición de líder del imperio, Qin Shi Huang tomó una serie de pasos para hacer de China una nación verdaderamente unificada. Reorganizó el gobierno en unidades administrativas y estableció una moneda común, un sistema de medición y un estándar de escritura. Estas decisiones fueron cruciales para evitar que los estados conquistados continuaran actuando y viéndose a sí mismos como naciones independientes.

Además, fue en este momento que se comenzó a construir la infraestructura de China, que hizo posible los viajes y el comercio a través de una gran red de canales y carreteras. Fue también en este contexto que se erigió la Gran Muralla China para consolidar la defensa del país contra posibles invasores.

La Gran Muralla China en Beijing

No todas son flores

Hasta ahora hemos contado la parte más agradable de, digamos, la historia. Al mismo tiempo, Qin Shi Huang fue considerado un tirano porque prohibió la mayoría de las religiones con el argumento de que toda lealtad debería ser para él y su gobierno. Como deseaba que la historia de China comenzara con su dinastía, ¡incluso ordenó que se quemaran prácticamente todos los libros! Solo imagina!

Sin embargo, no pienses que se detuvo allí. Debido a numerosos intentos de asesinato durante su vida, el emperador se obsesionó con encontrar algo que le permitiera vivir para siempre. Al mismo tiempo, todavía le preocupaba lo que encontraría después de la muerte, por lo que simplemente hizo que 700, 000 trabajadores construyeran una tumba del tamaño de una pequeña ciudad, protegida por un ejército de aproximadamente 8, 000 guerreros de terracota, caballos y carruajes. . Y si eso no fuera suficiente, la tumba aún estaría rodeada de ríos de mercurio, un elemento visto en ese momento como capaz de garantizar la inmortalidad.

He aquí, en 210 a. C., Qin Shi Huang incluso fue enterrado allí; irónicamente, según el arqueólogo Kristin Romey, probablemente fue el mercurio que ingirió buscando la vida eterna lo que lo llevó a la muerte.

Turismo historico

Actualmente es posible visitar el complejo construido por el primer emperador, que fue localizado en 1974 por casualidad por granjeros. Uno por uno, los guerreros de terracota estaban siendo excavados, cada uno con características diferentes de los demás. Así se descubrió el sitio arqueológico más grande desde que se encontraron los tesoros de Tutankamón.

El famoso ejército de guerreros de terracota.

Como los científicos han encontrado una importante contaminación por mercurio en el suelo del área y las autoridades aún no creen que las técnicas actuales sean suficientes para explorar el sitio, la ubicación exacta donde está enterrado Qin Shi Huang permanece cerrada. Sin embargo, los diversos pabellones que albergan al gigantesco ejército ya son bastante impresionantes. El foso arqueológico principal es más grande que un campo de fútbol e incluso hoy el trabajo continúa en el área; mientras que los pequeños guardan otras cosas preciosas. Algunas áreas del complejo están abiertas para visitas, e incluso hay excursiones específicas y pequeñas tiendas.

Ahora la pregunta es: ¿el emperador imaginó todo esto y está contento con todo este movimiento?

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