Consejos de un psiquiatra: 3 trucos para hablar en público

Hablar en público, para algunas personas, puede ser sinónimo de tortura, y el problema es que a veces necesitamos un poco de tortura aquí, a veces allí, para estudiar o trabajar. La verdad, joven Jedi, es que casi no puedes pasar por la vida sin tener que hablar en público al menos una vez.

¿Dejar de sudar, tartamudear, temblar? Así que ahora respira hondo y mantén la calma. Hemos seleccionado tres consejos dados por el psiquiatra José Hamilton, quien afirma que hay cómo entrenar nuestros cerebros para estos momentos cruciales. Compruébalo:

1 - Cambia tu forma de pensar

¡Cámbialo!

Los pensamientos no son como mechones de cabello, que extraemos fácilmente, pero es importante aprender cómo deshacerse de algunos patrones de razonamiento, incluso porque muchos de ellos nos hacen daño. Antes de hablar en público, es normal pensar que todo saldrá mal, que la gente notará su nerviosismo y que puede olvidar todo lo que ha entrenado.

Sin embargo, debe barrer esta urucubaca mental y solo pensar que ha estudiado, está preparado y podrá hacer lo que sea necesario para desempeñarse bien cuando se trata de pronunciar el trombón.

Para sacar un pensamiento de tu mente, ya sea negativo antes de una conferencia o no, es importante analizar ese pensamiento y hacerte algunas preguntas: ¿De dónde vino? ¿Cuáles son las probabilidades de que esto realmente suceda? Si es así, ¿sería realmente el fin del mundo?

Responder estas preguntas lo liberará de muchos episodios de ansiedad, miedo e inseguridad.

2 - Aprende a relajarte verdaderamente

Huele a flor, sopla la vela.

¿No es extremadamente molesto cuando alguien simplemente te dice que te relajes? Por supuesto que sí, y una de las razones que lo explican es el hecho básico de que relajarse no es una tarea fácil, amigos, pero es posible. El nerviosismo y la ansiedad pueden provocar cambios muy desagradables en nuestro cuerpo, por lo que es crucial no dejar que estos sentimientos se hagan cargo.

Cuando sienta que ha llegado la ansiedad y el nerviosismo, concéntrese en su respiración y manténgala a un ritmo lento. Esto es necesario porque el nerviosismo a menudo nos hace jadear, lo que provoca una sensación de asfixia, latidos cardíacos rápidos, tensión muscular y mareos. Respirar lentamente puede revertir todos estos síntomas. Uf!

3 - Enfrenta tu miedo

Boo!

Es esa cosa: cuando tienes miedo a las alturas, la forma es subir al ascensor e ir al último piso del edificio más alto de la ciudad, admirar la vista desde arriba y ver cómo te sientes. Temor que todos sentimos, pero no sirve de nada inclinarse ante él o huir para siempre.

En el caso de hablar en público, si ese es uno de sus miedos, lo sentimos, pero una forma de resolver el problema es, adivine qué: hablar en público. Evitar situaciones incómodas solo es bueno para nosotros a corto plazo, pero hacer frente a esas situaciones trae beneficios más duraderos, y una vez que haya hecho su primera presentación, la segunda será más relajada. Puedes estar seguro.

La clave aquí es enfrentar el miedo lentamente y lentamente aprender a conquistar su propio espacio, ya sea en el trabajo o en la escuela. Con entrenamiento, coraje y persistencia, puede hacerlo todo, o casi.