Desafortunadamente, Steve ya no es una aurora boreal

El fenómeno de la aurora boreal ocurre solo en regiones cercanas a los polos, que se convierten en destinos turísticos para una multitud de personas anualmente. Aunque se conoce su origen, solo en 2016 un astrónomo aficionado se dio cuenta de que algunas manifestaciones tenían una coloración diferente y específicamente las llamó Steve, un acrónimo de Mejora de la velocidad de emisión de energía térmica fuerte. Hablamos de Steve aquí en Mega, cuando fue reconocido como una especie de aurora boreal, pero ahora parece que el juego ha cambiado.

Steve el desconocido

Las noticias pueden parecer el final de Steve, pero tal vez el desarrollo posterior de la investigación sea aún más interesante, ya que en lugar del amanecer da evidencia de un fenómeno celestial completamente nuevo. A pesar de ser ampliamente conocido por los fotógrafos durante décadas, las bandas con un brillo cercano al púrpura solo llamaron la atención de los científicos en 2016.

Por mucho que el verde no fuera la coloración predominante, este sería un nuevo tipo de aurora, pero las dudas sobre el origen del color diferenciado permanecieron. Una buena pregunta siempre llama la atención de un investigador dispuesto, por lo que un nuevo equipo ha investigado el asunto, analizando los registros de un Steve que tuvo lugar en marzo de 2008.

Aurora, solo que no

Generada por la interacción de los vientos solares con partículas cargadas de nuestra magnetosfera, generalmente protones y electrones, la danza del color ocurre al mover estos elementos a través de la ionosfera. Los tonos que se muestran son generalmente verdes, con variaciones en azul o rojo, pero siempre producen intensas señales de radio.

El evento fue analizado por el equipo de física Bea Gallardo-Lacourt de la Universidad de Calgary, Canadá. Buscaron confirmar que durante un Steve las partículas cayeron en la ionosfera como en una aurora. Para esto, utilizaron imágenes de cámara que registran el fenómeno y la información obtenida por el satélite meteorológico NOOA, que, además de tener la capacidad de medir la cantidad de partículas cargadas en la atmósfera, estaba mapeando el área en el momento en que ocurrió el evento.

Lo que decretó el final de Steve al amanecer fue la no detección de estas partículas, convirtiendo el fenómeno en algo aún desconocido, porque las luces moradas se producen de una manera diferente a las auroras convencionales.

Una posibilidad es que Steve provenga de un flujo de iones de alta velocidad y electrones sobrecalentados en el ionósfer; sin embargo, puede formarse a mayor altitud. Se realizarán más pruebas para verificar estos supuestos y confirmar el verdadero origen de los colores.

Por ahora, los científicos llaman al nuevo fenómeno " resplandor celeste ", algo así como un resplandor en el cielo, pero para nosotros siempre será el fascinante Steve.

***

¿Conoces el boletín Mega Curioso? ¡Semanalmente, producimos contenido exclusivo para los amantes de las mayores curiosidades y extraños de este gran mundo! ¡Registre su correo electrónico y no se pierda esta manera de mantenerse en contacto!